Las flores de otoño
12 de diciembre de 2023Mi profesora de latín
13 de diciembre de 2023Y ahí estaba ELLA con las piernas cruzadas sobre aquel banco de madera roída frente a la pista de baloncesto. Sostenía un blog de hojas en blanco en su mano izquierda y un lápiz en la derecha. Su mirada iba dirigida a ÉL, porque ahí, en la pista un grupo de muchachos jugaban a meter canasta y ÉL se lucía ante sus perfectas jugadas.
ELLA no le podía quitar ojo. Observaba cada movimiento. Su barba de tres días que le volvía loca. Esa tez dorada por el sol que dejaba ver al quitarse la camiseta. Esos músculos en la espalda que se marcaban a cada movimiento con balón en mano.
ELLA, necesitaba un haz de inspiración, un muso que le llenará un vacío que llevaba demasiado tiempo bloqueado y así, de esa manera, aquel lápiz comenzó a dibujar sobre aquella hoja en blanco algo que a ELLA le hacía volver a sonreír tras una imaginación que podría ser perversa e ideal a la vez y ÉL... ÉL pasó a ser la dosis de motivación que ELLA necesitaba y de esa manera nació una nueva historia.