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Mi profesora de latín
13 de diciembre de 2023Una historia de sexo
12 de enero de 2024La pintura de labios apenas cubre las arrugas de besos dados.
Besos como versos que en tu boca se marchitaron,
bajo las estrellas titilantes de un cielo despejado.
Como estrofas libres de rima y métrica encorsetados.
Abrazas el vacío de algún momento tardío y en tu cabeza suenan las melodías de hiel que antaño sucumbieron a risas lejanas.
Las uñas pintadas, el rímel de tus pestañas, tus ojos verdes infinitos, tus piernas de equilibrista con tacones que al vértigo desafían.
Arañas los recuerdos frente al espejo de tu alcoba, te mesas los ralos cabellos, te los cepillas con ternura, con delicadeza al son de acordes olvidados.
Tu cama llena de recuerdos y de ausencias poblada está.
Te asomas al verano como los geranios, quieres ser mariposa de un día.
¿Cuántos besos robados a la luna?¿Cuántas promesas perdidas en palabras hueras? ¿Cuántos abrazos tiernos y apasionados se ha tragado la noche?
¿Cuántos?
Hace años que tu agorafobia ha sido tu compañera, tu desdicha, tu carcelera.
Nadie te llama, a nadie esperas. Nada esperas.
Pasada la medianoche te desmaquillas, limpias tus infinitos ojos tristes de verde esmeralda, baja una lágrima furtiva, tus carnes flácidas caen al abismo de tu edad, tus arrugas volverán a tus labios en un gesto mohíno, te despojarás de tus alhajas, de tus oropeles, bajarás la música, apurarás el último trago pendiente y cerrarás la ventana a la vida, al ruido de la noche.
Cuando despiertes de tu letargo hipnótico y alcohólico volverás a tus vespertinas orgiásticas, a tu rímel, a tu pintalabios favorito, a tus arrugas camufladas, a tu soledad.
A tu nostalgia.