Cinco Sentidos Enardecidos…
12 de enero de 2024Aquella noche
18 de noviembre de 2024Parece que te ha llovido,
vida mía,
o que te has transformado en lago
licuado por la tormenta.
Tú cabello se derrite en agua diluente,
tus ojos son piélagos de humedad licuescente
inundados por el vapor
de una emoción de aguacero.
Una gota empapada resbala por tu
barbilla camino de la torrentera
del río que se abre entre tus pechos
de rocío y vaho, pero se desborda para lamer
tu pezón de granito de rosa con rocío
como un diluvio que lo derrite
con erosión de niebla, y navega hacia tu ombligo
de charco cual cascada
precipitada desde la curva mojada de tu seno
de sudor embriagado.
Tú vientre se ha abierto
como se abrió el mar en Egipto,
en dos labios de néctar por el que bucea el zumo
de mi tromba de riego.
Te has diluido en agua,
amor mío,
y estás toda disuelta y empapada,
como cada vez en que nos precipitamos
en un chaparrón de líquido deseo.
Acabamos de amerizar,
mujer de agua y licor,
en nuestros cuerpos mojados
que chorrean lujuria oceánica
por volver a ahogarse en la transpiración
de este temporal de galerna
embebido por nuestras bocas asfixiadas,
de aliento de diluvio, y de amor anegadas.