Desnudando a… Héctor Rivas
19 de julio de 2020Te cambio por ella
21 de julio de 2020Él me mandó una solicitud de Facebook hace un tiempo. Y la acepté ya que vi que él como yo, tenía la afición de escribir y me apetecía leer cosas nuevas y tener alguien con quien compartir las mías. Pronto me habló por Messenger y le dejé claro que si la solicitud tenía algún tinte sexual se olvidase. Él se hecho a reír (por escrito) y comenzamos a hablar a menudo.
Se forjó una amistad basada en los intereses comunes y en la tranquilidad de las confidencias a un extraño.
Yo le contaba mis problemas, le enviaba mis escritos y le pedía opinión literaria, él a mí más o menos.
Sin embargo, a través de las letras también se forjan los deseos y en este caso las letras crearon una tensión sexual escondida detrás de las palabras no dichas.
Eliminar tensiones
Sentí que era el momento de resolver dicha tensión.
Una noche vino a tomarse una cerveza a casa. Yo le recibí algo nerviosa porque intuía que toda aquella tensión no quedaría en agua de borrajas…
"A la luz de las velas me besó, me pregunto si quería que parase o que siguiese. Yo le respondí al beso y bajito le dije "sigue". Comenzó a desnudarme, a besar mi cuello, bajando comenzó a lamer mis pezones duros por la excitación. Su mano apartó a un lado el pantalón del mono que yo llevaba aún puesto y tocó mi sexo por encima del tanga. Estaba empapada, preparada para ese encuentro sexual que, aunque no se había producido, yo esperaba. Apartó la tela a un lado y mientras seguía succionando y mordiendo mis pezones, me penetro con un dedo. Un gemido escapó de mi garganta mientras mi mano buscaba su pene. Se retiró a mirarme y me sonrió travieso".
Saboreando mi sexo
"Se volvió a acercar a mí pero esta vez su boca buscaba mi sexo, comenzó a lamerlo y succionarlo con avidez mientras pellizcaba mis pezones. Yo cogí su cabeza, sentí la suavidad de su pelo y lo presioné contra mi vagina deseosa de llegar al orgasmo en su boca y regalarle mi miel".
Saboreando el suyo, su sexo
"Mi cabeza solo podía pensar en liberar su pene de esos pantalones vaqueros para poder saborearlo yo también. Me moría de ganas de notar todo ese calor que desprendía dentro de mi boca a través de su polla, que luchaba por salir enhiesta de dentro del vaquero. La ayude a liberarse y mirándole a los ojos baje el pantalón.
Comencé a lamer de abajo hacia arriba, dejando un rastro de mi saliva por donde mi lengua pasaba. Él soltaba pequeños jadeos mirándome desde arriba, su mirada suplicaba que comenzará a mamarle. Y así lo hice, metí su miembro en mi boca succionando, hasta la base para darle mayor placer. Un "jooder" se escapó de su boca mientras mi mano acariciaba sus "güevos". Me mantuve así unos segundos y comencé a mover mi cabeza ascendiendo y descendiendo por esa polla que había deseado en secreto. Cuando él estaba a punto de perder el control paré. Me tumbé en la cama y él me separo las piernas y me las subió a sus hombros. Mientras me miraba me penetró y noté esa polla hasta el fondo de mí, ahora eran mis gemidos los que se escapaban de mi garganta.
Tras un rato en esa posición oyendo nuestros gemidos necesitaba esa polla en mi boca un rato más. Le pedí que me follase la boca de rodillas frente a él, ufff. Cuando él estaba de nuevo al límite paré y mirándole a los ojos le invité a seguirme con la mirada".
Sentir sus embestidas
"Me ofrecí a él a cuatro patas dispuesta para volver a notar sus embestidas, que vinieron sin tardar. Poco a poco me deje caer boca abajo en la cama hasta estar totalmente tumbada, el seguía dentro de mí y le pedí que solamente presionará y no se moviese.
Cuál esclavo sexual me hizo caso y ejecutó mi orden, entonces comencé a presionar su pene desde dentro de mi vagina rítmicamente, con fuerza, su excitación y gemidos aumentaron con los míos y mi clímax llegó.
Le pedí que saliese de mi y quise chupársela de nuevo para que él también me diese todo su jugo. Metí su polla en mi boca y jugué con mi lengua mientras subía y bajaba llenándome la boca de él. Pasados unos minutos su erección se tensó dentro de mi boca y comenzó a palpitar hasta que un gemido acompañó su explosión de placer que yo tragué para saborear su néctar".
Durante esa cerveza, decidí enseñarle cómo siempre este texto fabulador a mi amigo el escritor para que una vez más me diese su opinión.